Dúchate diariamente.
Cuando te duches, no desconectes la sonda de la bolsa.
Lávate las manos antes y después de manipular la sonda y la bolsa colectora.
Lava con agua y con jabón tanto el área genital como el orificio de la salida de la orina (meato) y el tramo de sonda que se observa por fuera (si es posible, dos veces al día).
La bolsa no deberá tocar el suelo ni tampoco estar por encima de la vejiga o cintura cuando te pongas de pie.
Descarta la orina mínimo cada 6 horas o a necesidad si el drenaje es muy abundante; ten en cuenta las características de la eliminación.
Cada día mueve la sonda suavemente en sentido rotatorio con el fin de evitar adherencias.
Evita tirones a la sonda que puedan provocar traumatismos o desconexiones accidentales del sistema.
Si no existe contraindicación por parte de tu médico, debes beber aproximadamente dos litros de agua al día, ya que esto te facilitará la diuresis.
Asiste a los cambios de sonda ordenados por tu médico, si esta es por largo tiempo o permanente.