¿Qué es la Lepra?

Esta infección es curable y poco contagiosa. Afecta principalmente la piel y las terminaciones nerviosas del cuerpo.

El contagio se genera por el contacto directo y prolongado entre un paciente enfermo no tratado y una persona sana susceptible a la lepra. En éste sentido, el 80% de las personas poseen defensas naturales contra esta enfermedad. La vía de transmisión principal son las secreciones respiratorias, destacando que no se trata de una enfermedad hereditaria.

El tratamiento es ambulatorio y gratuito.


Los síntomas de la lepra pueden tardar hasta 20 años en aparecer e incluyen:

Lesiones cutáneas que son más claras que el color normal de la piel.

Lesiones que presentan disminución de la sensibilidad al frío, al calor o al dolor.

Lesiones que no sanan después de algunas semanas o meses.

Debilidad muscular.

Alteraciones de la sensibilidad en manos, brazos, pies y piernas.

¿Cómo prevenir lesiones?


La lesión de los nervios provoca sequedad, disminución de la sensibilidad y debilidad muscular en las manos, los pies y los ojos.

La piel insensible no percibe el dolor, el calor ni el frío.

Las manos, los pies y los ojos, al no sentir, pueden sufrir traumatismos que si no se
cuidan pueden generar discapacidades.

Las lesiones de las manos, los pies y los ojos pueden prevenirse revisándose todos los días.

¿Cómo proteger las manos?


Las heridas por lo general ocurren realizando las tareas del hogar o trabajos del campo.

Antes de realizar cualquier actividad, revise cada elemento que va a utilizar, detectando astillas y clavos.

En la cocina o ante cualquier fuente de calor, ayúdese con mangos de madera. Nunca
acerque las manos al fuego.

Encienda el fuego con fósforos largos.

El cuidado de la piel y su humectación diaria son importantes a fin de evitar lesiones en la piel.

¿Cómo proteger los pies?


Para evitar lesiones use calzado cerrado y de suela dura.

No utilice zapatos flojos ni pequeños a su medida, se lastimará.

Durante caminatas, descanse y revise sus pies en busca de lesiones o ampollas. Y en caso de lesiones, es necesario el reposo para lograr su curación y consultar al puesto de salud.

Busque todos los días enrojecimientos, ampollas, heridas o lesiones, puede ayudarse con un espejo.

Revise las medias diariamente en busca de manchas que indiquen la presencia de lesiones. 

El cuidado diario de las manos ayuda a prevenir las secuelas físicas que pueden producirse por la falta de sensibilidad.

El pie insensible sufre lesiones que pueden originar úlceras y posteriores complicaciones.

¿Cómo proteger los ojos?


Ante cualquiera de los siguientes síntomas, consulte de forma urgente a su médico: dolor, rechazo a la luz, visión borrosa, disminución de la capacidad visual, ojos rojos y/o secos.

Use gafas oscuras.

Utilice lágrimas artificiales (gotas), especialmente durante el sueño, para evitar el resecamiento.

Si usted no puede cerrar ni abrir los ojos, realice todos los días el siguiente ejercicio:
intente cerrar fuertemente los ojos manteniéndolos apretados (contando hasta 5 en forma lenta) aproximadamente 10 veces al día.

Revise todos los días los ojos para detectar la presencia de lesiones e infecciones.