¿Qué son las infecciones de transmisión sexual?

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) se propagan predominantemente por contacto sexual, sean relaciones sexuales vaginales, anales u orales. Algunas ITS también pueden transmitirse por otros medios distintos del contacto sexual, como a través de la sangre o productos sanguíneos. Muchas ITS incluidas la clamidiasis, la gonorrea y principalmente la hepatitis B, la infección por el VIH y la sífilis también pueden transmitirse de madre a hijo durante el embarazo o el parto.

La mayoría de las personas pueden tener una ITS sin presentar síntomas obvios de la enfermedad. Los síntomas comunes de las ITS son exudado vaginal, exudado uretral o ardor en los hombres, úlceras genitales y dolor abdominal.

Las ITS tienen una repercusión profunda sobre la salud sexual y reproductiva en todo el mundo, y a diario se contraen más de 1 millón de infecciones. Las ITS pueden tener graves consecuencias más allá de la infección en sí. La transmisión materno infantil de las ITS puede dar lugar a mortalidad, mortalidad neonatal, peso bajo al nacer y prematuridad, septicemia, neumonía, conjuntivitis neonatal y deformidades congénitas. Algunas ITS como la gonorrea y la clamidiasis son la principal causa de la enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) así como de infertilidad en las mujeres. Otras ITS como la infección por herpes y la sífilis pueden aumentar tres veces o más el riesgo de contagio del VIH.

Prevención de las ITS

Asesoramiento y enfoques comportamentales

El asesoramiento y las intervenciones comportamentales son algunas medidas de prevención primaria de las ITS (incluida la infección por el VIH), así como de los embarazos no intencionales. Estas medidas incluyen:

Educación integral sobre la sexualidad e información previa a las pruebas de detección del VIH y de las ITS, así como asesoramiento después de estas pruebas;

Asesoramiento sobre actividades sexuales más seguras y de menor riesgo, y promoción del uso de preservativos;

intervenciones basadas en evidencia dirigidas a la población clave, como trabajadores sexuales, hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH), mujeres transgénero, personas en prisión y personas que se inyectan drogas;

Educación y orientación adaptadas a las necesidades de los adolescentes.

Vacunas y otras intervenciones biomédicas

Hay vacunas inocuas y sumamente eficaces para dos ITS: hepatitis B e infección por el VPH. Con estas vacunas se han obtenido avances muy importantes en la prevención de las ITS.

Existen otras intervenciones biomédicas para prevenir algunas ITS, como la circuncisión en hombres adultos y el empleo de microbicidas.

La circuncisión masculina reduce el riesgo de contraer la infección por el VIH por contacto heterosexual en los hombres en aproximadamente un 60% y brinda cierta protección contra otras ITS, como el herpes y el VPH.

El tenofovir en gel, cuando se usa como microbicida vaginal, ha tenido resultados desiguales en cuanto a su capacidad para prevenir la transmisión del VIH, aunque ha demostrado cierta eficacia contra el VHS-2.

Diagnóstico

En los países de ingresos altos se usan ampliamente pruebas diagnósticas para las ITS con un alto grado de precisión. Estas pruebas son especialmente útiles para el diagnóstico de infecciones asintomáticas. Sin embargo, en los países de ingresos bajos y medianos, no se dispone de este tipo de pruebas de diagnóstico de forma generalizada. En los países donde sí se dispone de estas pruebas, a menudo son costosas y geográficamente inaccesibles, y con frecuencia los pacientes deben esperar largo rato (o tienen que regresar) para recibir los resultados. Esto puede impedir el seguimiento o hacer que no se complete el tratamiento.

Actualmente, se cuenta con pruebas rápidas para la sífilis, la infección por el VIH y las hepatitis B y C. Estas pruebas son precisas, se pueden obtener los resultados en 15 a 20 minutos y son fáciles de usar con un mínimo de capacitación. Varias pruebas rápidas más para otras ITS están en desarrollo y pueden llegar a mejorar el diagnóstico y su tratamiento, especialmente en entornos de recursos limitados.

Tratamiento

  Actualmente se dispone de tratamiento eficaz para varias ITS

Tres ITS bacterianas (clamidia, gonorrea y sífilis) y una ITS parasitaria (tricomoniasis) pueden curarse generalmente con los esquemas eficaces existentes de dosis única de antibióticos.

Los medicamentos disponibles más eficaces contra el herpes y el VIH son los antivirales/antirretrovirales que pueden modular la evolución de la enfermedad, aunque no pueden curarla.

En el caso de la hepatitis B, los moduladores del sistema inmunitario (interferón) y los medicamentos antivirales pueden ayudar a combatir el virus y retrasar el daño al hígado.

Manejo sindrómico de los casos de ITS

En muchos países, el manejo de los casos se basa en la detección de signos y síntomas uniformes y fácilmente reconocibles para orientar el tratamiento, sin usar pruebas de laboratorio; esto se conoce como manejo sindrómico.

Este método, que suele fundamentarse en el uso de algoritmos clínicos, permite al personal de salud diagnosticar una infección específica sobre la base de los signos y síntomas (síndromes) observados (por ejemplo, flujo vaginal, secreción uretral, úlceras genitales, dolor abdominal). El manejo sindrómico es sencillo, garantiza un tratamiento rápido en el mismo día y evita el uso de pruebas diagnósticas que son costosas o no están disponibles. Sin embargo, con este enfoque no se detectan infecciones que no muestren ningún síntoma o signo (síndromes), que son la mayoría de las ITS.