Anticoagulantes orales


Los anticoagulantes orales son fármacos que retardan la coagulación de la sangre, y contienen sustancias que reducen o alteran la coagulación de la sangre en el interior de las arterias, venas y corazón.

Fibrilación auricular.

Valvulopatías y reemplazos valvulares.

Procesos tromboembólicos.

Infarto agudo de miocardio.

Arteriopatía periférica.

Endoprótesis coronaria o stent.

La dosis que requiere cada paciente ha de ser ajustada de forma individual, tras la realización de un análisis de sangre.

¿Para qué sirven los anticoagulantes?


Los anticoagulantes tratan de disolver los coágulos (trombos) e impedir que se formen de nuevo. Estos, evitan que se produzcan complicaciones como la trombosis y la embolia, las cuales se pueden formar en las piernas, pulmones, y corazón.

¿Qué hacer para que no falle el tratamiento?


Sólo debe tomar fármacos bajo prescripción médica.

Se debe tomar la dosis una sola vez y a la misma hora, a ser preferible en la merienda ó (4 pm) los días indicados por el médico.

Si lo toma por la mañana el día que vaya a realizarse el control, no lo tome hasta saber el resultado por si fuese necesario modificar la dosis.

Si no recuerda si ha tomado o no la dosis del anticoagulante, no debe tomarla.

Si ha de fraccionarse un comprimido para tomar la dosis correcta, deberán tirarse los trozos mal partidos para evitar errores.

Si olvida tomar la dosis a la hora que le corresponde, lo puede tomar a otra hora, pero nunca recuperar la dosis de un día añadiendo a la del día siguiente.

Complicaciones en el tratamiento


Las complicaciones durante el tratamiento anticoagulante son poco frecuentes y generalmente están relacionadas con otras patologías del paciente.

Sangrado anormal.

Si presenta alguna pequeña hemorragia, comuníquelo cuando acuda a realizarse el control del tratamiento.

Si la hemorragia es abundante, ya sea espontánea o tras un accidente, acuda al servicio de Urgencias y comunique el tratamiento que está tomando.

Anticoagulantes inyectables. Heparinas de Bajo Peso Molecular (HBPM)


Las heparinas son un tratamiento anticoagulante indicado para la prevención y el tratamiento de la trombosis. Se administran en forma de inyección subcutánea una o dos veces al día.

No es habitual que provoquen efectos adversos y si estos aparecen, suelen ser leves: irritación en la zona de la inyección o un pequeño hematoma.

Apenas presentan interacciones con otros medicamentos y no interaccionan con los alimentos.

¿Para qué sirven los anticoagulantes inyectables?


Las heparinas de bajo peso molecular se usan para prevenir y tratar la trombosis (formación de coágulos de sangre). Cuando se forma un trombo en una vena, se produce lo que llamamos una trombosis venosa profunda.

Los síntomas más habituales de una trombosis venosa profunda en la pierna son el dolor, el enrojecimiento y la hinchazón.

Existe el peligro de que el coágulo se desprenda, se desplace por el sistema circulatorio y llegue al pulmón ocasionando una embolia pulmonar, que es una enfermedad grave.

¿Cómo aplicarse el anticoagulante inyectable en casa?


1. Aliste y verifique la jeringa prellenada de anticoagulante  con la presentación indicada.

2. Aliste mota de algodón, alcohol y lávese las manos con agua y jabón (No necesita usar Guantes).

3. Escoja y rote la zonas de aplicación. Quite el protector de la aguja.

4. Si la dosis indicada por su médico es inferior a la de la jeringa, ajústela y deseche el líquido necesario.

5. De pie o sentado, escoja la zona donde desea inyectarse, en el costado de la cintura abdominal o en los muslos.

6. Desinfecte la zona elegida para la inyección con una gasa impregnada en alcohol.

7. Sujete con una mano la jeringa en posición perpendicular a la zona elegida. Con la otra mano forme un pliegue e introduzca la aguja completamente.

8.Inyecte el contenido de la jeringa lentamente, presionando con suavidad el vástago del émbolo hasta el final. Mantenga el pliegue cutáneo hasta la extracción de la aguja.

9. Retire la jeringa y a continuación y presione con la mano sobre la zona unos minutos.

10. Antes de desechar la jeringa, presione la aguja contra la lengüeta roja hasta doblarla.

Deposite la jeringa usada en el tarro desechable o de vidrio destinada para este fin.

Si la jeringa es autoguardado solo debe introducir el contenido hasta que automáticamente se dispare el autoguardado.

Existen otros dispositivos de seguridad, siga las instrucciones del fabricante. Rasgue la caja antes de botarla.

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