Si siente alguno de estos síntomas, no dude en acudir a un médico.

Hemorragia o moretones sin una razón aparente.

Cambios en el intestino, como sangre en la deposición.

Cambios en los senos, sentir algo sólido en el seno o bajo el brazo.

Cambios en la vejiga, dificultad para orinar, sangre en la orina.

Fiebre o sudores nocturnos sin ninguna razón.

Cansancio o agotamiento extremo que no mejora con el descanso.

Tos o ronquera que no desaparece.

Problemas al comer, como dolor después de comer, náuseas y vómitos, cambios de apetito.

Cambios en la boca , como un parche blanco y entumecimiento en los labios.

Problemas neurológicos, como dolores de cabeza, convulsiones, cambios en la vista, parálisis facial.

Cambios en la piel, como un bulto de color carne que sangra, un nuevo lunar o un cambio en un lunar ya existente, una irritación que no sana.

Subir o bajar de peso sin una razón conocida.